jueves, 7 de octubre de 2010
Más.
Cada día me propongo retos más difíciles, no sé el porqué. Cada día me importan menos los obstáculos que la vida ponga en mi camino. Estoy empezando a notar como lucho al 100% por cualquier cosa que me propongo. Desde proponerme acabar de leer un libro a una hora determinada, a proponerme conocer a X persona. Y ahí voy, sin más, sin importar lo que haya en medio, soy como un huracán.
Un huracán que empezó siendo una suave brisa de otoño, y que fue ganando fuerza como único modo de sobrevivir. Me estoy haciendo fuerte y lo noto, mi corazón va cambiando la sangre por hielo, los sentimientos por la razón, y el latir por la música que mi cabeza me dicta. Muchas veces la vida nos da tantos palos que decidimos tomar las riendas de todo y cambiar el rumbo de las cosas. Nadie quiere pasar toda su vida sintiéndose una marioneta de la vida, y menos si uno es joven. Uno desea volver a sus tiempos felices, y mandar en su vida. Aunque todo el mundo se crea que somos los dueños de nuestra propia vida, no es así. Miles de cosas nos condicionan, no nos dejan tomar las decisiones que queremos... como los sentimientos. Por eso, a veces hay que ir de cabeza a las cosas que uno se propone, sin más, empecemos a mandar en nuestras vidas sin cosas que nos condicionen, porque al fin,siempre, siempre nos arrepentimos de los hechos.
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